Según los expertos, se recomienda que una persona adulta duerma al día entre 7 y 8 horas, pero hay personas que se sienten perfectamente durmiendo 6 horas y otras que necesitan dormir al menos 10 horas. Lo importante a tener en cuenta es que el sueño cambia a lo largo de la vida. Un recién nacido duerme más de 15 horas y según crecemos vamos disminuyendo las horas de sueño que necesitamos.
Cada persona es diferente y debe dormir lo suficiente para satisfacer los requerimientos vitales de energía diarios para trabajar, hacer ejercicio y vivir la vida de una forma óptima.
Las personas deportistas, o con mayor actividad, necesitan dormir un poco más que las personas poco activas. Durante el sueño se reparan los tejidos, se libera la hormona del crecimiento que ayuda a fabricar masa muscular y además, ayuda a controlar el apetito y a mantener el peso.